viernes, 7 de octubre de 2011

Y, de qué va esto?


(Aplíquese, como banda sonora durante la lectura y por aquello de hacer todo más llevadero, acompañado por el tema "Ideofunk", de John Scofield , en su disco Überjam. Muchas gracias por tomar toda precaución posible antes de la ingesta. La empresa agradece esos detalles que evitan posibles demandas por negligencia y daños colaterales)


 Pienso en la cantidad de blogs que hay por internet. Posiblemente hay ya muchos más que personas reales en un mundo en el que, aunque nos cueste creer, tan solo el veinte por ciento de la población tiene acceso a esto que alguien llamó “red de redes”. Curioso nombre para algo que en gran parte de casos es una auténtica trampa, visto lo visto... Solo el veinte por ciento... ¿Te has preguntado en algún momento cómo de diferente es el mundo de ese otro ochenta por ciento? Detente por un instante e intenta imaginar esa existencia, pero eliminando esas primeras imágenes de niños desnutridos en África, guerrilleros de algún país centro-americano o monjes tibetanos dedicando su existencia a la búsqueda de la iluminación. Todo eso es propaganda barata que en nada te va a servir, porque ya tienes miles de muestras visuales y aquí estoy intentando hablar de auténticas existencias y realidades. 

¿Te cuesta, eh? Quizas no, quizas lo has logrado sin mayor esfuerzo. Mis más sinceras felicitaciones si es así. Pero si tu caso es el contrario tengo que ser el portador de una noticia reveladora para ti: todo eso existe, y respira, y vive... aunque tú no logres siguiera llegar a imaginarlo. 

Pero, no perdamos la brújula. 

   Estabamos hablando de blogs. Blogs de todos los tipos y colores: vendiendo productos, soltando fantasías, abriendo el corazón, intentando concienciar, liberando fantasmas, por pura diversión, explicando la receta mágica de la tarta tatin, hablando de otros mundos... miles, millones de ellos llenando espacio en discos duros lejos de nuestras casas, expandiendo algo que creemos que debemos mostrar al resto de los comunes, que debemos compartir. Por mil motivos, tantos como personas, como vidas, como sueños...

¿Ves? Otro pájaro que desde este mismo momento está volando dentro de mi cabeza, buscando el cajón donde hará su nido para parir datos en esos archivadores mentales de los que tantas veces hablo. Es tan fácil como intentar pensar en algo y ver en los muchos caminos que eso, por sencillo que sea, puede derivar.

Empezemos por las presentaciones, es lo más correcto y siempre me he tenido por un tío educado.

Soy Ernest Margí, guitarrista y hombre de Jazz que ya se ha ganado a estas alturas el título, aunque lo suyo sea algo raro y bastardo. También tengo algo de hombre del renacimiento, por aquello de la curiosidad innata y ciertos valores genéticos que parecen cumplir su función de forma más o menos atropellada, pero que ahí están. Una parte muy importante de mi me hace ser un tipo aventurero, a pesar de que en algunas ocasiones de mi vida todo ha sido tan rutinario como para la mayoría de la gente... no soy tan diferente al resto en algunos aspectos y la comodidad hace que nuestros culos engorden con mucha facilidad, aunque la misma comodidad ha sido fruto de algunos grandes momentos de malestar y siempre acabo poniéndome de nuevo en marcha. En ciertos ocasiones de mi vida he tenido muy claro que me tocaba actuar a la contra y todo eso me ha llevado a circunstancias realmente mágicas y enriquecedoras para mi espíritu. 

Porque yo siempre gano, incluso cuando pierdo. 

Y, posiblemente, de esto va este blog.

Si esperas que hable de música, hablaré. En definitiva esta vida mía ha girado y gira en torno a eso, pero no es el objetivo final. Sí que hablaré mucho de historias de músicos, manteniendo la confidencialidad en la inmensa mayoría de casos. Historias que van a cambiar algunas ideas muy equívocas en algunas mentes con tendencia a pensar que lo que se muestra es lo que realmente hay cuando en muchas ocasiones no es así. Esto va a estar plagado de presente, pasado, atemporalidad... desmitificaré un poco (o mucho) algunas cosas, soltaré algún diablo, opinaré sobre lo que veo, he visto o lo que quiero ver... en fin, tendrá un poco de “mi pequeño diario”, sin llegar al extremo. No, para nada. Siempre he sido mucho más enigmático de lo que realmente puedo parecer y quiero que esto siga siendo así. Yo no soy un mesías, ni tengo que dar lecciones a nadie, siquiera tengo bastante valor para exponer totalmente mi auténtica realidad interior.

Si esperas noticias sobre mis proyectos musicales y esas cosas olvida este blog, sinceramente. No me gusta llevar estos temas publicitarios y de difusión de forma directa y no es el objetivo por el que ahora estoy escribiendo. ¡Claro que se colarán cosas! Pero que no van por ahí los tiros, ni mucho menos.

Y si que soltaré alguna escala para que uses sobre un acorde, no te preocupes. Uno no pierde las costumbres ni cuando escribe.

Creo que hay algo que es importante señalar; aunque esta primera entrada es en español puede ser que aquí te encuentres de todo. En mi mente ya hace tiempo que están conviviendo casi a diario cuatro idiomas y puede ser que escriba en cualquiera de ellos, según el día. Si una mañana te encuentras entradas en catalán, en francés o en inglés no debe parecerte nada raro, simplemente me he despertado con eso en la cabeza. ¿Por qué esta primera en español? Porque el amanecer en Almería hoy lo ha decidido así, no hay más.

Próximamente, más y mejor. Y saltándome esa regla de que en los blogs hay que escribir cortito y simple, que lo mío va siempre de solos largos.


Ernest Margi... ese conocido por 1000 nombres en este mundo.

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1 comentario:

  1. He ido como los cangrejos, leyendo hacias atrás :P

    Encantada de leer tu "diario" y... ¡volveré!

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